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A menudo me siento y me concentro en escuchar lo que mi alma me quiera contar...¿quieres leerlo?

domingo, 4 de octubre de 2015

NADIE NOS DIJO NUNCA

Nadie nos dijo como sería cuando fuéramos mayores, nadie nos aviso de que llegaríamos sin saber a este lugar de la vida, en donde en cualquier día te estalla la granada que porta las cosas que nunca dijiste.
Un día te levantas y al poner el pie en el suelo, resulta que no hay donde apoyarlo y comienzas entonces a caer despacio, sujetándote en cada punto que encuentras, agarrandote con fuerza sabiendo que al final seguirás cayendo sin remedio.
Otro día te levantas y al mirarte en el espejo no sabes quien te mira, no reconoces la imagen borrosa de esa persona que está al otro lado,
creíste ser alguien que ahora resulta que no existe y comienzas a caminar sabiendo que eres quien no sabias que eras.
Portas un pesado equipaje traído del ayer, con recuerdos que limpias para mostrarlos en una mesa y resulta que no te encajan,
que no te sirven para esta casa que habitas en el pueblo de los adultos.
Ni esos recuerdos que inventaste para llenar las ausencias,
ni esos libros que envolvías para regalartelos en diciembre.
Pocas cosas te valen y tienes que tirarlo todo, hasta lo que nunca fue tuyo.
Siempre creímos que cuando fuéramos mayores sabríamos gestionar las emociones así como gestionamos las cuentas, que ya somos adultos y sabemos comportarnos, que ahora ya nunca se llora y todo se comprende, que las pataletas están prohibidas y que los abrazos no van a ningún sitio, se pierden junto a los besos que tampoco sirven para nada, o eso creíamos que pasaría, pero si que sirven,
si reconfortan los abrazos de tus brazos,
si me apaciguan los besos de tus labios.
Nadie nos dijo que hay días en la vida de un adulto en los que solo quieres llorar y sacar fuera todo aquello que aún portas, que tienes agarrado a tu alma y que nunca saldrá, que forma parte de tu ser, fantasmas que todos portamos en la parte mas alta de nuestra espalda, que nos achican y a veces nos dominan.
Nadie nos dijo como hacer cuando necesitas que te susurren como a los bebes se les susurra para calmar sus miedos, nadie nos contó que seguiremos necesitando calor de otra piel,
manos que nos acaricien en los peores momentos que nos sobrevolarán a veces.
Nadie nos avisó de que quizás algún día llegaría alguien que te desnudaría la piel para presentarte a ti misma de una forma que nunca viste, para mostrarte tal cual es tu alma y que entonces el miedo te volvería blandas las piernas, entonces un algo invisible os conectaría y eso asusta y nadie nos lo dijo.
Así que así vamos,
siendo adultos sin estar formados,
siendo adultos sin querer a veces.

     ELI,15

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