AUSENCIA

Me llega tu aroma a trozos,
deshojado en el ambiente.
Inhalo fuerte y te encuentro
y cuando abro mis ojos te evaporas,
desapareces del aire que respiro
y me quedo sin oxigeno.

Se cierran mis puños queriendo atrapar
el tacto de tu espalda.
Parece que me vuelvo terrenal
y que mis pies tocan el suelo,
pero de pronto escucho tu voz y me elevo de nuevo.

Me elevo con los ojos cerrados y llego hasta ti,
hasta el calor de tu mirada,
hasta el fuego de tus besos que me arden desde dentro.

Llego hasta el borde de tus manos
que moldean mi contorno
dibujando mi sombra.

Llego hasta tu pecho y me acurruco
en silencio para no perder el ritmo de tu respiración.

Me azota eso que siento cuando te pienso,
me desdobla y me asalta en esta noche
que me hiela tu ausencia.


   ELI,15

LA NOCHE

Resulta que hasta en las noches mas sombrías
que se deslizan por las paredes de mi habitación,
siempre hay un poco de luz,
tenue,
apenas perceptible para el ojo humano frívolo y secular
que solo acostumbra a ver sin mirar,
a no destapar aquello que esta tapado,
a no buscar las respuestas a sus dudas.
Ese ser humano que no es un ser sino un vestigio de lo que un día fue,
un sueño frustrado,
un deseo en velas nunca soplado.
Nunca podrían ver aquello que veo Yo en esas noches
tan oscuras,
aquello que me ilumina el alma aun cuando
el negro es tan intenso que me aplasta el pecho
y me cuesta respirar.
Me acuesto y me abrazo a tu sombra,
esa que se queda conmigo siempre que tu te vas.
Aprieto los ojos y aspiro el aroma que encuentro
en un lugar de mi mente,
ese aroma que guardo cuando me paseo por tu cuerpo
oliendo tu piel,
ese olor que es vida, que es inyección de energía.
Lo aspiro y me abruma el recuerdo.
De repente tomas forma acostado a mi lado y
el sueño placido me alcanza y me arrastra lejos de
esa noche sombría.
Ya no hay noches sombrías que no haya aprendido
a iluminar.
 
     ELI,15

¿POR QUE TE QUIERO?

¿Que por qué te quiero?, me preguntas mirándome a los ojos
y buscando en mi sonrisa una de las mil razones
y Yo, que no puedo ni quiero nunca callar aquello que siento,
me dispongo a enumerar las razones por las que te quiero hoy
un poquito mas que ayer y así me sale de pronto la primera

de ellas:
te quiero porque me enseñas cada día a verme tal como soy,
porque me había olvidado de mi existencia, de mis virtudes y de mis ilusiones,
te quiero porque contigo soy Yo, y no quiero ser nadie mas que Yo.

Te quiero porque llenas mi cuerpo con cien besos en una mañana
y me miras después buscando huecos para regalarme otros cien,
te quiero porque esos besos son para mi, pero no son enteros por mi,
son besos que se escapan de tus labios porque así lo deseas,
porque al mirarme tendida y desnuda a tu lado es tu deseo el que
te impulsa a colmarme de huellas y de caricias.

Te quiero porque haces que me vuelva transparente,
porque me miras y me escuchas aún cuando tengo la boca cerrada,
te quiero porque me lees los ojos y no adivinas mis anhelos,
son estos los que se muestran ante ti con solo sentirte.

Te quiero porque me has devuelto envuelta en terciopelo,
la ternura que perdí o dejé un día olvidada encima de una mesa,
te quiero porque me ablandas el alma con tu sola presencia.

Te quiero porque tus brazos siempre están rodeando mi cuerpo,
incluso cuando no estas a mi lado,
te quiero porque me tiemblan las manos cuando me besas,
porque se me mueve el suelo cuando me enredo en tu cuerpo.

Te quiero porque eres tú, porque no hay mas que tú y se me acelera
el ritmo cuando te escribo.

¿Me preguntas porque te quiero? y yo hoy te respondo:
¿ es que tengo otra alternativa?.
No tengo mas caminos que este que me lleva a ti,
porque esta iluminado, plagado de nuestros ratos,
de nuestras caricias al despertar
Lleno de nuestras miradas, de nuestros suspiros.

No quiero dejar de quererte…


    ELI,15

PAISAJES

Caminos que atravesé cubiertos de maleza,

senderos oscuros donde el sol no brillaba, 

donde las aguas hediondas del pantano 

engullían mis pensamientos.

Crucé un bosque tenebroso

donde la noche era dueña y señora, 

bosque donde el negro cubría los arboles 

y el suelo.

Bosque donde cada paso era imposible, 

donde mis piernas pesaban, 

donde mi mente se colapsaba 

y caminaba en circulos, perdida y aterrada.

Caminé mil años sin sus días 

tan solo en sus noches.

Caminé pensando que no existía la luz del sol,

que el mundo estaba muerto y solo yo quedaba.

…y Así caminé y caminé hasta que un día 

te encontré o me encontraste

o el destino nos puso delante.

Caminé entonces hacia la luz de tus ojos

que alumbraban mi sendero.

A golpe de piano invocaba el aire fresco que 

comenzaba a correr y a silbar por las copas de los árboles.

Me liberaba del hedor del pantano, 

y de las noches interminables 

 mientras mi cuerpo desnudaba para sentir 

tus manos, para reavivar mi piel que yacía muerta.

Me liberaba de los miedos y del negro 

que cubría mis días 

mientras me enseñabas quien era Yo.

Me liberaba de todo, despacio y consciente 

mientras me mecía en tus brazos, 

mientras nuestros pulsos se acompasaban.

… y así renací un día a tu lado, 

volví de donde nunca debí marcharme, 

que es del mismo fondo de mí misma.

Volví a escucharme a mimarme y a cumplirme 

mis deseos y todo eso gracias a ti, 

a ese bosque que me enseñaste un día

bosque que se quedará guardado en mi mente

donde me aporta la calma en los días de tormenta.

    ELI,15