y con ella vienen las sombras de mis tormentos que me chillan
en el pecho y solo se oye su lamento.
Si lo que quieres es mi vida date prisa
que ya una parte se me ha escapado,
se fue una mañana cerrando la puerta
dando con un portazo para asegurarse que se rompían
aun mas las grietas de mi corazón,
me dejo con la otra mitad de vida que no hace mas
que suspirar.
Me han contado que vienes a sesgar mi vida,
que portas una daga con la que me abrirás una herida.
Me dicen que traes un frasco para llevarte unas gotas
de mi sangre.
Ven, ven corriendo que te espero tumbada en mi cama,
abrazada a mis rodillas.
No opondré resistencia alguna pues quiero sentir
la fría daga abriendo mi piel.
Miraré tus ojos mientras me robas la poca vida que aun
habita en este cuerpo mio.
No tengo miedo, ya no ruego por mí,
ya no quiero mas tiempo pues no se que hacer con el.
He dejado todo hilado, todo escrito y bien atado.
Lista estoy esperando a la muerte
que con un poco de suerte
me alejará de este mundo
convirtiendo mi vida en libro y mi recuerdo perdurará en el tiempo
escondido en tu mente, agarrado a tu pecho.
Si vas a venir que no sea a besarme,
que no me invadas el cuerpo con besos,
ven a matarme y a arrancarme los pies de este mundo
a liberarme del tedio y a concederme la libertar en su máximo esplendor.
…aquí te espero, yaciendo en mi cama con la piel perfumada
dispuesta a caminar al otro lado, a buscar a mis muertos y a mirarte
eternamente desde alla.
Eli,14
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