DETRÁS DE MI OMBLIGO

Dentro de mí, justo detrás de mi ombligo
ha permanecido escondida impasible
durante muchos días emparejados

con sus noches oscuras,
guardando silencio para no molestar,
para no ser vista y no moverme el pelo al respirar.

Se ha quedado callada aún cuando debía haber gritado,
debía de sacudirme o azotarme en aquellas situaciones
en las que merecía tener otros ojos con mejor visión que los míos,
u otra mano para agarrarme con fuerza y sacarme del barro.

…Pero no, ella no se prodigaba,
nunca aparecía y hasta tapaba sus oídos
para no escuchar cuando la llamaba.

Tan lejos de mi que casi olvide que vivía
dentro de mí, justo detrás de mi ombligo,
pero ha crecido conmigo y ahora es grande
y me habla, y ya casi no se esconde.
A veces viene y me cuenta lo que aprende
de sus silencios pero aún mas le enseñan los míos.

Ahora viene y la escucho mas nítida
y me duele cuando me dice que estoy sola
que aunque el ruido me embriague,
aunque no me falte un alma
a quien desearle las buenas noches,
estoy sola, estamos solas y el resto es atrezo
y pobre de ti si crees que alguna vez alguien te pertenece,
pobre de ti si necesitas mas del aliento ajeno que del tuyo propio.

Ahora viene y estamos solas durante horas,
nos miramos y la cuido y la acaricio hasta que se duerme
dentro de mí, justo detrás de mi ombligo

ELI,15