senderos de mi mente que estaban desiertos.
Abrir ventanas
que inundan de luz todas mis estancias oscuras,
esos pasillos de mi alma por donde nunca habité.
Crear un lenguaje,
pedir un beso con una mirada.
Calmarme el torrente que explota en mi pecho
con el tacto de tus manos.
Reír hasta por los ojos,
fabricar sonrisas que empapelan
por entero mi vida.
Escribir una historia que perdure,
que se alimente del calor de esos abrazos,
de esas miradas silenciosas que se escapan antes de cerrar los ojos.
Sentir que todo se desvanece, que el día a día se esconde
para no hacer sombra a nuestros momentos
Eso es estar contigo…
Es cumplir sueños de infancia en los que
los animales de colores cobran vida y se hacen palpables.
Es dejar escapar mi ternura que resbala por mis mejillas
que se expande hasta mis manos que caminan por tu cuerpo.
ELI, 15
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