NO ME OLVIDES

-No me olvides.-
Te decía en un susurro cuando me despedía.
…Siempre solía decir esas tres palabras, a modo de punto y seguido.

-No me olvides.-
Era mas que un te quiero.
Palabras que encierran el abismo de la nada,
en el que si caes ya no existes, desapareces de la vida.

-No me olvides.-
Era un miedo impreso, un ruego a tu piel
para que nunca olvide el calor de mis manos.
No me olvides, no te olvides del olor de mi pelo mojado,
no te olvides del sabor de mi boca, del brillo de mis ojos
cuando me asomo a los tuyos.

No dejes que mi paso por tu vida
caiga un día en el olvido,
que nunca desaparezca la huella
que hoy se marca en lo mas hondo de tu pecho.
Huella que lleva mi sangre, que contiene
alguna lagrima, de esas que derramo cuando moldeas
con tus manos mi cansada figura.

Que el paso del tiempo, cruel y despiadado
no borre esto que siento cuando caigo envuelta entre tus brazos,
cuando me arropo con tus besos.

-No me olvides.-
Te digo cuando guardas, sin saber, tanto mío
dentro de ti.

-No me olvides.-
Te digo,
aún a sabiendas de que nunca llegará ese día,
por que tus ojos me cuentan que ando
enredada en los mas hondo de ti.
Que despacio me cuelo por los poros de tu piel
y navego por tu sangre y desfilo por tus adentros,
me instalo en tu alma, en donde llegado el día,
en el que mi cuerpo no este, allí podrás encontrarme.

… y eran solo palabras,
dichas en las despedidas,
palabras cargadas de miedo.

No me olvides que Yo no te olvido.

    ELI,15