LABERINTO

La oscuridad cayó sobre mi cuerpo desnudo
que yace en este frío suelo.
Oscuridad que pesa y me ahoga,
no puedo chillar, no puedo salir,
no quiero escapar…

Me perdí en este laberinto negro
con ramas de espinos que me agarran los brazos,
que me desgarran la carne y mi sangre mana
y me limpio con mi vestido hasta que me lo quito
desnudando mi cuerpo que se hiere con las espinas
de las ramas,
mi cuerpo que se hiere con las espinas de tu boca.

Caminé buscando la salida y el suelo se movía
a mis pies,
pared de mármol que aparece de repente cortándome el paso,
río bravo poblado de criaturas siniestras que me impide avanzar.

No tengo salida, no veo la luz y cansada del esfuerzo de zafarme
de este mundo, no me creo capaz de nada, solo me aovillo en el suelo,
y me dejo morir.
Que pase rapido,
que ensordezcan de una vez tus gritos mis oídos,
que tus sucias manos ya no abran brechas en mi cuerpo,
que las sombras de tus ojos no me den nunca mas miedo…

Que caiga la oscuridad de la muerte sobre mi cuerpo desnudo.
Que un ángel me lleve consigo, me limpie la sangre y me meza
en mi sueño eterno.


  Eli,14