aquellos sueños de niña inocente que creía en la magia y en la bondad de las personas.
Me he imaginado este momento tantas veces que hasta podría pintar un cuadro con los ojos cerrados.
Sin embargo hoy hay algo que me causa agitación.
No se si es el tono del cielo o el olor de las flores que esperaba fuera menos dulce...
pero algo se adueña de la calma del lugar y dispara mis alarmas.
Algo que aun no puedo acertar a averiguar esta a punto de pasar, lo se, lo intuyo.
La gente se agolpa en la puerta para verme salir, se supone
que soy la mas bonita del día y no me siento para nada como
soñé que me sentiría.
Mis zapatos de tacón son de color crema a juego con mi vestido,
al caminar se engancha uno de ellos en mi velo de tul y casi caigo al suelo.
Respiro y al exhalar intento sacar fuera de mí toda la tensión acumulada de estos días previos al ajetreo de la boda.
Se acerca el momento, vuelvo a tomar aire y se abren las puertas de par en par dejando entrar un chorro de luz de sol que ilumina la estancia y me deja momentáneamente
ciega.
No distingo a las personas que me esperan solo veo una mano que se apresura a
cogerme brindándome ayuda para salir a la luz del día.
Me siento extraña casi como si no fuera Yo, camino despacio agarrada del fuerte
brazo del caballero que me esperaba para acompañarme al altar.
Las personas se giran para mirarme y advierto en sus caras gestos de admiración,
la verdad no me extraña, el vestido es carísimo y las estilistas han hecho un buen trabajo.
Todo sería perfecto si no fuera por....
- olvídalo, ya es tarde.- me dice mi mente al tiempo que mi pecho se oprime aún mas.
Sigo caminado con la cabeza alta y te veo al fondo, de pie en el precioso altar que nos han
construido para este día tan especial,.
Siempre quise casarme en la playa y (maldición) ojala hubiera tenido en cuenta la arena
a la hora de comprarme los zapatos, ya que me esta costando aguantar sin que se me claven los tacones.
De repente pienso
_ que diablos, es mi boda y será como Yo quiero que sea. - Me descalzo y dejo que la calida arena se pasee por los dedos de mis pies, mientras camino a tu lado.
Se te ve tan feliz, el cielo es tan azul y el agua esta tan bonita....
Es el día ideal para casarme contigo, nunca creí que volvería a pasar por el altar,
a mis años creí que ya nada me sorprendería pero mírame, aquí estoy tan ...¿contenta?
El vestido me aprieta mas de lo que recordaba en la pruebas y el calor se esta haciendo cada vez mas
sofocante.
No recordaba que fuera tan largo este camino...
-Vamos cielo, unos últimos pasos y estarás unida para siempre a El --Quien ha dicho eso?
Ha sido mi mente pero ha sonado como una voz gutural y me estoy empezando a asustar.
Ya se, puedo hacer una ultima locura, la gente me conoce y no me lo tendrán en cuenta
El sabe como soy y podrá esperarme unos minutos mas, no?
Me salgo del camino marcado ante la atenta mirada de mis invitados y familiares que se empiezan a preguntar en voz baja que adonde voy.
Te miro y te hago una señal para que me esperes, no tardare...
Solo quiero caminar y mojarme un poco los pies, nada mas.
Me agarro el vestido mientras admiro mis pies con mi pulcra y perfecta pedicura,
camino hacia las olas que lamen la orilla de esta dorada arena.
De atrás me llega el murmullo cada vez mas fuerte de mi gente, que no entiende, pero todos esperan sentados... me conocen y no me lo tendrán en cuenta.
Sigo caminando y siento el frescor del agua en mis pies, es una verdadera delicia.
De pie admirando el horizonte, esa raya invisible que parece pegar en uno
el cielo y el mar. Siento que estoy sola aunque detrás de mi hayan así como 130 personas.
Pero no las veo y juego a que no me ven.
El dichoso vestido me aprieta, me lo quito, la gente me conocen y no me lo tendrán en cuenta.
Camino en ropa interior, adentrándome en el agua que baña mi piel,
empiezo a encontrarme mucho mejor.
Este es mi sitio, aqui me siento muy bien, en unos pocos minutos, saldré y caminaré a tu lado, solo un poco mas.
El agua me llega a los hombros y se que no debo pero no puedo dejar de desear zambullirme en la libertad del mar, una vez, solo una vez....
Desato mi pelo y con los ojos cerrados inundo mi cuerpo, me lanzo al fondo del mar...
Todo es color plata y verde y preciosos tonos de azul...
Tendría que haber celebrado la boda en el fondo del mar, aquí es todo tan bonito y tranquilo...
Me voy a quedar aquí abajo solo un poco más, me conocen y no me lo tendrán en cuenta...
solo un poco más...
Me apetece tomar una gran bocanada de aire y olvido que estoy en el agua, abro mis pulmones e inspiro fuerte por la boca.
Un torrente de agua salada atraviesa mi cuerpo, es tan fresco y tan reconfortante...
Los pulmones me empiezan a pesar y me dejo llevar totalmente relajada.... ya no entra agua...
Ya soy toda agua, no hay sitio para el aire...
Me he convertido en una criatura marina y con mi cola de sirena me alejo de la orilla, me adentro en este mundo fresco y limpio... me envuelve el silencio y me fascinan los colores.
Me quedare un rato mas, algo así como toda una vida, aquí viviendo, la gente me conoce no me lo tendrán en cuenta y ademas..
Están tan ocupados buscando mi cuerpo que no ven a la dulce sirena que les saluda desde las profundidades.
Me alejo sola y feliz...
Recuerdo que hace unos años bromeaba con mis amigas sobre como sería mi entierro y nos reíamos cuando le daba las instrucciones para el funeral...menos mal que lo deje escrito y puse la hoja encima del baúl antes de salir de casa...
así sabrán como me gusta que este todo...me conocen, no me lo tendrán en cuenta.
ELI´13
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