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A menudo me siento y me concentro en escuchar lo que mi alma me quiera contar...¿quieres leerlo?

martes, 28 de febrero de 2012

LATIDOS




Hacia 2 años que sentía que el curso de mi vida estaba parado, como el reloj que te regalan un día y encuentras a lo largo de los años, escondido en el joyero, parado, marcando la hora en la que decidió morir por que no le prestabas atención.... o porque las pilas no funcionaban...

Los dias se sucedían uno tras otro, lentamente, marcando un ritmo largo y penoso que me arrastraba estación tras estación sin tan siquiera darme cuenta. Vacía desde que te fuiste con la única compañía de mi sombra pululando por la casa y ese olor a ti que invadía mis sabanas convirtiendo mis sueños en anhelos y mi descanso en caos profundo por echarte tanto de menos.
Nunca me he sentido mujer de fuerza, nunca he pensado que pudiera hacer sola una vida que siempre he creído que sería vivida por dos, pero desde que te has ido no tenido más remedio que vivirla a medias, yo sola, sintiendo una mitad vacía y hueca....

Aquella mañana cuando abrí el buzón y encontré el sobre, algo por dentro me hizo ponerme en alerta. Encontrar el pequeño sobre de color rojo en lo más hondo de mi buzón era suficiente para hacer de mi pesada rutina una verdadera aventura...patético no?

Al entrar en casa deje las llaves como siempre encima del mueble ya marcado por el constante choque día tras día del llavero de plata con tus iniciales.
Me tumbe en el sofá y justo cuando abría el misterioso sobre, un espasmo recorrió mi cuerpo de abajo arriba haciéndome sentir hechizada, presa de un embrujo antinatural.... al leer aquellas líneas supe que mi vida estaba a punto de dar un giro...

 ”OJALA PUDIERA PERDERME PARA SIEMPRE EN LA CALIDA HUMEDAD QUE   ENCIERRAN  TUS PIERNAS Y SENTIR DIA A DIA TU CORAZON PALPITANDO DEBAJO DE TUS SENOS"        A.K.

Otra vez el espasmo me pillo desprevenida cuando me sacudió haciéndome saltar sorprendida. Aquella nota fue el botón de inicio de mi nueva vida, de  mis nuevos sueños.
Me preguntaba día a día quien era mi misterioso escritor, convencida ya de que no era una nota al azar sino la primera de las mil llaves que harían que se fueran abriendo las puertas de mi otra Yo, tan diferente y tan impulsiva que nunca pensé que tendría cabida dentro de mi mismo cuerpo.

Otro sobre, esta vez verde, de un verde esperanza que parecía predecir el giro
 bestial de mi pobre existencia.

"MI DIA COMIENZA CUANDO TE VEO PASAR MOVIENDO LA CINTURA INVITANDOME A BAILAR AL SON DE TUS NALGAS, MI DIA COMIENZA CUANDO DUERMO Y SUEÑO QUE TE TENGO DESNUDA ENCIMA DE MI CUERPO, QUE ESTOY DENTRO DE TI, AGARRADO A TUS CADERAS Y SIENTO LAS EMBESTIDAS QUE EL ORGASMO TE PRODUCE SACANDO LA BESTIA QUE LLEVAS DENTRO.
DEJAME CUMPLIR TUS SUEÑOS Y  HACER REALIDAD LOS MIOS.
Hotel oriental.
habitación 810
 sábado 23:30     A.K.

El palpitar que sentí entre mis piernas fue la confirmación sorda de mi asistencia a la cita sorpresa que me habían propuesto. ¿Pero quién era El? ¿Pero quién era Yo, la que había decidido dejarme arrastrar por esos sobres, por esas letras cargadas de erotismo que hacían que me sintiera llena de vida?

Sábado 23:15, hotel oriental.
Ahí estaba Yo, cruzando el vestíbulo, con un vestido largo y negro comprado esa misma semana para la ocasión, sin saber que ocasión era aquella que me arrastraba a cometer la verdadera locura de asistir a una cita a ciegas en una habitación de un lujoso hotel en el centro de Madrid.
El ascensor ascendía a la octava planta con lentitud, la mirada de soslayo del botones hizo que me pusiera aun más nerviosa, debía abandonar aquella locura?, ocultando para siempre la identidad de la persona que había hecho que renaciera mi otro Yo? o por el contrario ¿debía recorrer el largo pasillo que me separaba del ascensor  a la habitación 810?
Una vez que había llegado hasta allí opte por la opción que me pareció mas evidente. Suspire profundamente y ajustándome el vestido comencé a caminar en busca de mi nuevo destino.

Muy despacito apoye mi mano sobre la puerta como si eso sirviera para desvelarme algo de lo que se cocía en su interior.... no se escuchaba nada y por un momento pensé que tal vez todo podría ser una cruel broma que me devolvería de nuevo a mi parte mas retraída...
 a punto estaba de dar un paso atrás cuando la puerta se abrió, despacito lentamente solo un poco, lo suficiente para dejarme ver una acogedora oscuridad teñida de la luz de los velas blancas colocadas encima del escritorio, una cálida mano me cogió por sorpresa empujándome al interior de lo que parecía la cueva más sensual del universo.
Con una habilidad pasmosa, antes de que pudiera ver la identidad de mi escritor, un antifaz apareció delante de mis ojos ocultándome para siempre la suavidad de la luz de aquella habitación.

Empecé a sentir su mano deslizándose muy despacito desde mi mano a mi hombro, retirándome después mi larga melena que caía ocultando mi nuca.
El, situado detrás de mi, comenzó a besar mi cuello rozándome con la punta de su cálida lengua y yo me abandone,.... deje que aquella boca desconocida se tragara mi Yo mas estúpido y estricto, dando paso a una nueva mujer que luchaba por apagar el palpitar de sus muslos y la sed de su sexo.
 Sus manos me guiaron a un nuevo mundo totalmente desconocido para mi, escuchaba ahora la lenta marcha de la cremallera de mi negro vestido, caminando hacia su final, aquel que sería mi principio.
Cayo mi vestido al suelo descubriendo mi cuerpo a mi misterioso amante, no sé como lo hizo pero sentía sus ojos penetrando en cada rincón de mi piel. No me consideraba una mujer bella pero he de decir que las largas caminatas hacia mi ofician habían torneado mis piernas. A mis 43 años tenía la dureza de una mujer que luchaba por mantenerse a flote, el abdomen de aquella que no ha dado fruto su vientre y los senos aun turgentes y hermosos. Me llene de confianza mientras sentía la mirada de A.K.

Me empujo muy despacito e hizo que me sentara en los pies de la cama, separo mis piernas y acariciaba el interior de mis muslos con una lentitud melódica. De repente el roce de sus manos en mi espalda soltando el sujetador que fue a parar no sé dónde y que nunca pude recuperar, ahora el vacio de no sentir sus manos, solo su mirada, posada en mis pechos. La necesidad de contacto me hizo pedir a mi escritor misterioso mas caricias y así lo hizo, esta vez con sus manos sobre mis pechos, sentí como el pezón se me puso erecto erizando mi piel, contrayendo mis músculos y dejando escapar de mi boca un pequeño gemido, un sonido gutural que me hizo entrar en el mundo de las pasiones...
Ahora sentí sus fuertes manos sobre mis hombros empujando mi cuerpo atrás, me tumbe olvidando hasta mis raíces, dispuesta a disfrutar y así lo hizo.
Enloquecía cuando sus manos o su boca perdían el contacto con mi cuerpo y también enloquecía cuando volvía a sentirlo.
 Ahora su aliento en mi ombligo, ahora su lengua en mi pezón, ahora sus labios encima de los míos, ahora sus dientes  mordisqueando impaciente mis muslos.  Sentía entre mis piernas el calor que me producía el placer, como si el mismo centro de la tierra ardiera en mi interior palpitando en cada roce.
De pronto sentí sus dulces manos que separaban lentamente mis piernas y unos dedos juguetones que ascendían muy despacio por el interior de mis muslos, en busca de mi húmeda calidez, me sentí desfallecer cuando esos dedos rozaron mi sexo cada vez más caliente mientras en su boca se perdían mis pezones duros…. Aquello era el placer absoluto, con mayúsculas, totalmente abandonada al misterioso escritor, en aquella oscura habitación del hotel oriental. Oliendo el perfume intenso a madera que desprendía mi compañero de cama, tocando su pecho fuerte y sintiendo su aliento en mi boca y en todas las partes ocultas de mi cuerpo.
Me besaba el cuello lamiendo cada centímetro sin prisa pero sin pausa,
Lamia mis senos y jugaba con ellos muy despacito haciendo que me perdiera los limites de mi conciencia, ahora perdí el contacto de sus manos y su aliento, escuche unos pasos y no me atreví a quitarme el antifaz por miedo a despertar de aquel maravilloso sueño. Mi cuerpo palpitaba estremecido mientras pensaba que otras sorpresas de placer me esperaban, de nuevo escuche los pasos acercándose a mí y de repente sentí el calor asombroso y jugoso de su lengua jugando con el centro de mi esencia…. Si ese hubiera sido el fin de mi vida, hubiera sido la mujer más feliz del mundo. Nunca antes un juego tan antiguo como la vida misma y al que tantas otras veces había jugado con otros hombres, me había hecho estremecer de aquella manera, allí con su cabeza escondida entre mis piernas creí notar como las paredes de la habitación se deshacían y mi cuerpo se elevaba al mismo cielo con cada espasmo que salía desde lo más profundo de mi ser. El orgasmo fue intenso e increíble, el latir de mi corazón, el latir de mi nueva vida todo concentrado entre mis piernas.
Creí que me desmayaba de la intensidad de las sacudidas que estaba experimentando y me deje llevar por aquella ola de gusto inmenso….


Me desperté cuando el sol que entraba por la ventana calentaba mis pies dulcemente. Un poco sobrecogida y asombrada al darme cuenta de donde estaba, sola en aquella habitación con el olor amacerado de mi misterioso escritor, flotando en el ambiente, una nota en los pies de mi cama.
“DEJAR QUE ME PIERDA EN TUS ENTRAÑAS HA SIDO EL MAYOR PLACER QUE ESTA VIDA ME HA PROPORCIONADO, NOS VEREMOS PRONTO….A.K.”

Y allí me quede, con la absoluta certeza de que nos volveríamos a encontrar.





ELISA LIDON..

3 comentarios:

Anónimo dijo...

uinhh ¡¡¡¡ m ha encantado

Anónimo dijo...

muy profundo y erotico....espectacular!!

ferran dijo...

Muy erotico... Me encanta