Y así es,
en estas horas que parecen pasar mas despacio, cuando
el cielo se viste de azabache intenso y hasta las estrellas se marchan
a dormir, en estas horas en las que los sueños se proyectan en las
paredes de mi habitación, justo en estas horas mas solitarias
es cuando más te pienso, cuando más siento la presencia de tu ausencia
que vaga por mi piel dejándola desvestida y helada.
Es ahora cuando tu sombra más me acecha, acariciándome de lejos,
mirándome fijamente desde el otro lado de mi estancia y me estremece
el recuerdo del último abrazo, enterrando mi cabeza en tu cuello
sintiéndome pequeña y frágil entre tus brazos.
Me arden en la piel los últimos besos que se funden con mi tinta
poniendo alma a las plumas, a las flores y jugando a esconderse en mi jaula...
Besos que tienen tacto de nube, que danzan risueños por la superficie suave
de mi cuerpo.
Es en este momento cuando mas te siento, cuando mi manos te buscan
en el otro lado de la cama, cuando me adormezco y de repente recuerdo que hoy no estas,
y la cama parece mas grande que la distancia que me separa de ti, y por mucho que alargo
mi pie no logro encontrarte y vuelvo a ser frágil y a sentirme como un pajarito pequeño
con las alas mojadas y es el frío de este otoño el que me abraza y solo me calmo si
son tus brazos los que me acunan, acudo entonces a mi álbum de momentos y rescato
risas y miradas, besos y susurros y me visto con tus caricias y me templo la carne
con los recuerdos ardientes.
Es ahora cuando mas te pienso y creo un universo nuestro en donde nadie mas tiene
cabida, en donde solo yacemos desnudos y enredados, acumulando caricias
y coleccionando besos.
...Tu descansa que yo pensaré en ti...
ELI, 16
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