En cada paso mis pies se hunden
enterrándose en el sucio suelo,
se abren brechas que me arrancan trozos,
que me dejan desnuda mostrando mi piel
que esta morada por el frío.
El suelo me engulle y me va borrando momentos
así como el agua borra las huellas de los pies en la playa.
Me va borrando sonrisas y promesas,
me arranca recuerdos que una vez me hirieron,
se lleva a lo mas hondo el dolor de mi alma
que queda ahora postrada, indefensa y asustada.
…Pero sigo caminando y me cambio de vestido
para que nadie perciba las heridas en mi piel,
sigo avanzado, al fondo veo un camino
quizás allá este Yo y me reencuentre conmigo
y mi abrazo me devuelva a la vida.
En algún lugar mi caminar se detendrá,
mis pies desaparecerán y me quedaré
quieta, ahondando en la profundidad del suelo
como raíces buscando alimento
y extenderé mis brazos que darán frutos
que serán mis alegrías pintadas de rojo
y la luz del sol bañará mi cuerpo desnudo
ELI,16
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