que se enfríen las sabanas que nos arropan.
Déjame esta noche que mi piel
se sienta olvidada,
que mis ojos miren al vacío eterno
de las horas sin ti.
Deja que mi mente te piense
que mi corazón se pare un minuto.
Esta noche dormiré abrazada a la almohada,
recostada tu lado, echa un ovillo,
palpando tu huella,
oliendo el rastro que dejas en mi cama
y en mi vida.
Deja hoy que sienta en mi alma
la necesidad de perderme en tus brazos,
que me arda el deseo de besarte los labios,
que me pierda en el recuerdo
de los ratos perdida entre tu cuerpo,
enredada bajo tus manos.
Déjame hoy que te eche de menos
que ansíe aún más dormir en tu pecho.
Déjame hoy… pero solo por hoy…
ELI,15