viento del norte que vuelve gélido mi corazón,
que lo endurece y lo agrieta.
a pasos acelerados que se alejan de mí.
Quiero tocarte y empapar tu calor
pero te alejas corriendo y no puedo mas
que abrazarme el pecho mientras se cierne
la oscuridad a mi alrededor.
Oscuridad que es la noche que provoca la ausencia
de tus miradas.
Hoy tus labios no me llaman,
no me buscan, no existen en mí
y me siento hueca
escuchando el ruido sordo de mi respiración
que me recuerda que te alejas, que me sueltas de la mano
y no hago otra cosa mas caer al eterno vacío.
Maldito este frío que nace de mi soledad,
que me hiela hasta las lagrimas que caen como guijarros
en las palmas de mis manos.
Maldito este día en el que no te encuentro en ninguno
de los lugares donde me habitas,
no estas en mis labios,
no estas en mi pecho
ni tampoco te hallo dentro de mi alma.
Hoy te alejas, sin mirarme
y Yo mientras
aquí me quedo, soñandote.
Eli,14
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