No necesito mas para ser feliz,
tu mano y la acogedora paz que me proporciona la soledad del bosque.
Camino y te miro de soslayo para asegurarme
de que sigues ahí, a mi lado, y es que me sientas tan bien
que tengo miedo de que desaparezcas.
Tus besos son elixir que alimentan mis anhelos,
tu mirada....
..... cuando me miras se desatan tempestades en mi pecho
y no hago otra cosa que pedirte con mis ojos que me beses,
que me toques.
Pálpame y llena mi piel con tus huellas,
borra el rastro de la soledad que un día decidió
instalarse en mi cuerpo.
Mírame para que te sienta real,
mírame para que se desate en mí
una tormenta de emociones y me inunde
el ansia de apoyarme en tu pecho.
Me azote la necesidad de desnudarme
y sentir mi piel contra tu piel,
el calor que emanamos y el aroma
sutil que de esa fusión creamos.
Eli,14