tirado en el suelo.
Esta frío, casi sin vida y lo escondo entre mis manos
para devolverle su calor.
Late despacio y esta lleno de heridas.
Tiene justo en el centro una pequeña espina clavada
por la cual se escapa un reguero de sangre roja brillante.
Le quito la espina y le lavo las heridas en casa, lo cobijo
en la colcha y lo observo.
Solo, triste y abandonado...
No consigo hacer que recupere el calor
no puedo dejar de mirar la herida de la espina,
que se vuelve poco a poco oscura y me hace temer
por su vida.
De quien puede ser este maltrecho corazón.
Solo, triste y abandonado...
¿Quien ha podido olvidarse de el y lanzarlo al asfalto
como colilla quemada,
moribundo y sucio?
Me apiado de el, lo abrazo y lo acerco a mi pecho
para que escuche el suave latir de mi corazón,
con la esperanza de que reviva impulsado y
animado al escuchar a un semejante.
Descubro con horror un enorme hueco
en mi pecho por el cual se ha escapado
mi pequeño corazón...
Solo, triste y abandonado...
ELI´13
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