construido con pedazos de ilusiones,
retales de sonrisas y mucha ternura.
Fuiste un anhelo cargado de deseo
que invadió mis noches
y me elevo al cielo.
Por unos instantes fuiste
mi eje, mi rumbo y mi todo.
Dormía para soñar contigo
y despertaba para escuchar tu voz.
Vivía pendiente de Ti y moría por Ti.
Fuiste una preciosa ilusión
un conejo de chistera
que alegro mi corazón.
Por un tiempo camine cogida de tu mano
y en lugar de mirar el horizonte juntos,
mejor nos mirábamos a los ojos,
nos asomábamos adentro del otro
con ansia, con lujuria... con miedo.
Mire tu interior y me perdí...
no quise salir de tu oscuridad
no quise salir de tu palpitante pecho...
Apreté fuerte mis brazos para no dejarte marchar
y construí una casa en las ramas de un sauce,
para que ningún dolor pudiera alcanzarte.
...Pero te esfumaste como tierra del desierto
entre mis dedos.
Te marchaste como viento huracanado
que pasa removiendo, levantando y rompiendo
y se marcha igual que viene.
Dejándome el doloroso trabajo
de limpiar mi pecho, de borrar mi mente
y de acabar con el caos de tu vacío...
Eli´13
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