Dos acordes de piano bastan
para remover mis células,
para que me tiemblen las piernas
y el pecho me estalle.
Dos acordes de piano son suficientes
para volverme aire y mezclarme con las nubes
que me llevan donde estas.
Dos notas que me sacuden los pensamientos
y me sacan la ternura que tengo guardada para ti.
Un paseo, un paraje perdido y ganas de volar alto
cogida de tu mano.
Dos notas de piano que se hacen caricias,
que me atraviesan la piel y se acurrucan en mi alma
donde descansaran eternas.
Dos notas de piano y unos ojos que escudriñan,
que me hablan desde dentro,
unas manos que me envuelven,
con sus brazos que me acunan,
un cuerpo donde me cobijo del tiempo,
del frío, de la noche y de los miedos.
Unos labios que me buscan y
que me encuentran y me beben a sorbos
pequeños.
Dos notas de piano bastan para que
mi suelo se tambalee, para que mi vida comience de nuevo.
ELI,16
BIENVENIDO
A menudo me siento y me concentro en escuchar lo que mi alma me quiera contar...¿quieres leerlo?
domingo, 26 de junio de 2016
domingo, 12 de junio de 2016
EN LA NOCHE
Justo en la noche se afloja mi mente,
y es entonces cuando aparece tu nombre
en mi carne, en cada rincón de mi cuerpo.
Es en la oscuridad cuando te invoco
y sobrevuelo el espacio que dista desde tu alma
a la mía, espacio que se acorta cada día,
cada vez que acaricio tu cara,
cada vez que me cobijo en tus ojos.
Es justo ahora, sabiendo que duermes
cuando mi pecho se agranda y acoge
en silencio los recuerdos,
desde el mas mínimo roce de tu piel con la mía
hasta los besos que escondes tras mis rodillas.
Es ahora cuando desde mi soledad
ordeno cada momento y lo guardo en mi caja de tesoros
que se hace grande sin darme cuenta.
Me tatúo la piel con cada gramo de tu ternura
y creo un mapa ilegible para el resto del mundo.
Es en la noche sabiendo que duermes
cuando me apetece escribirte a ti
y a mis emociones,
le escribo a tu Yo mas oculto
para que nunca me olvide,
para que al menos una fibra
se erice cuando escuche mi nombre.
ELI,16
domingo, 5 de junio de 2016
MIEDO
Tengo miedo de que olvides algún día
el camino que hay desde tu pecho al mío,
de que al evocarme me difumine en tu mente
y ya no distingas mi sonrisa.
Tengo miedo de que mis manos no despierten
ya mas tus emociones,
miedo de acariciarte y no sentirte.
Miedo de no deshacerme en tus brazos
cuando me rodeas.
Te miro y me encuentro y
se me abre un sendero de paz,
sendero de calma que me adormece
y me embriaga.
Te beso y me deshago,
mis labios se vuelven líquidos
y bebes de ellos y me despego del suelo
soñando que vuelo cogida de tu mano
y abro los ojos y no es un sueño.
Tengo miedo de que algún día
olvides mis palabras,
de que no escuches mis susurros en tu oído,
de que cuando vuelque mis te quieros
en tus manos, estos ya no te estremezcan.
Tengo miedo de que llegue el día en que tenga
que olvidar tu mirada, el día en el que tenga que
borrar con lagrimas las huellas de tus manos,
las marcas de tus besos o hacer desaparecer
el rastro que dejan tus suspiros en mi alma.
Te abrazo y me vuelvo pequeña y me gusta
que me envuelvas con tus brazos
como un preciado tesoro,
que me acaricies como si fuera cristal,
que tus manos se pierdan por entero en mis rincones,
que me beses hasta la carne que hay debajo de mi piel
Tengo miedo de despertar algún día
y descubrir que no estas,
de dormir apretando
los ojos y no poder soñarte jamás.
ELI,16
el camino que hay desde tu pecho al mío,
de que al evocarme me difumine en tu mente
y ya no distingas mi sonrisa.
Tengo miedo de que mis manos no despierten
ya mas tus emociones,
miedo de acariciarte y no sentirte.
Miedo de no deshacerme en tus brazos
cuando me rodeas.
Te miro y me encuentro y
se me abre un sendero de paz,
sendero de calma que me adormece
y me embriaga.
Te beso y me deshago,
mis labios se vuelven líquidos
y bebes de ellos y me despego del suelo
soñando que vuelo cogida de tu mano
y abro los ojos y no es un sueño.
Tengo miedo de que algún día
olvides mis palabras,
de que no escuches mis susurros en tu oído,
de que cuando vuelque mis te quieros
en tus manos, estos ya no te estremezcan.
Tengo miedo de que llegue el día en que tenga
que olvidar tu mirada, el día en el que tenga que
borrar con lagrimas las huellas de tus manos,
las marcas de tus besos o hacer desaparecer
el rastro que dejan tus suspiros en mi alma.
Te abrazo y me vuelvo pequeña y me gusta
que me envuelvas con tus brazos
como un preciado tesoro,
que me acaricies como si fuera cristal,
que tus manos se pierdan por entero en mis rincones,
que me beses hasta la carne que hay debajo de mi piel
Tengo miedo de despertar algún día
y descubrir que no estas,
de dormir apretando
los ojos y no poder soñarte jamás.
ELI,16
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